Volvía de trabajar cuando en inmediaciones del hospital local se le cruzó una joven que la bajó de su bicicleta. Pensó que le quería robar, pero no. Sus intenciones eran otras. Su ex marido estaba con ella, la levantó con una mano, agarrándola de su cuello, y le puso un cuchillo en la panza. "Ahí me dijo que no dijera nada, que si él iba en cana, me iba a mandar a matar", expresó la víctima. La mujer que estaba con su ex pareja también le rasguñó la cara. El hecho ocurrió el domingo, alrededor de las 22, sobre la calle Colombia. La semana pasada, en calle Arenales, la golpearon y amenazaron. También fue a la salida de su trabajo. En esa ocasión, reconoció a su ex cuñado. Su cómplice estaba encapuchado, pero está casi segura que era su ex marido. "Yo Iba en bicicleta con los auriculares. Me manotearon la bici, me defendí y me pegaron una piña en el ojo. Cuando caí al piso, me tiraron una patada", recordó. Por lo golpes, luego se desmayó. Pero un transeúnte ocasional intervino para ayudarla y los agresores se fueron. "Cuando me pasan estas cosas, yo me nublo. No recuerdo mucho más", acotó la víctima (cuya identidad se reserva para protegerla). Desde hace tres años que vive un calvario. Dijo que radicó más de 10 denuncias, pero la violencia no ha cesado. Su ex pareja viola sistemáticamente la restricción de acercamiento que tiene vigente. Señaló, además, que no solo él la agrede, si no que manda a otras personas a amedrentarla. "Su vida pende de un hilo. Es extremo lo que le está pasando", dijo María Laura, la promotora territorial de Género y Diversidad a nivel comunitario que la está acompañando. "Necesitamos que nos escuchen, que el Poder Judicial se ponga a trabajar y defienda a las mujeres", agregó. Solicitaron la custodia policial para el agresor, porque consideran que no corresponde que la víctima tenga que ser la que se desplace por todos lados con un policía. En algún momento, y por los hechos de violencia que sufrió, contó con un botón antipánico. Incluso su ex marido estuvo preso tres meses. Pero recuperó la libertad y volvió a hostigarla. "Llevo tres años así, y no me están ayudando. Si la Justicia hace algo, mi ex marido queda preso. Pero no termina ahí, porque queda dando vueltas mi ex cuñado", expresó a su vez la mujer. Desde la Comisaría de la Familia se informó que hay antecedentes de violencia y en la causa ya intervienen el juzgado que tiene a su cargo el doctor Jorge Benatti y la Fiscalía de Género. La denunciante se presentó el lunes para formular la denuncia correspondiente y encaró los carriles formales. Se le proveyeron los números del Cadep (Centro de Atención de la Defensa Pública) para que pueda entablar contacto con su defensora. "Hay una medida de restricción perimetral, en cualquier ámbito donde se encuentre la víctima, que está vigente. Por lo tanto, cuando el agresor se le acerque tiene que pedir el auxilio de la fuerza pública y exhibir la orden judicial", sostuvo la subcomisario Diana Rodríguez. La victima adelantó que pidió de nuevo que le provean un botón antipánico. "Por el momento, tengo que estar encerrada en mi casa", expresó.